Gran cantidad de expertos aseguran que los beneficios de las duchas frías son tantos que resultan imposibles de enumerar pero yo voy a intentar comentaros algunos de ellos.
El agua es un elemento indispensable para la vida, lo necesitamos tanto de forma interna como de forma externa.
Aunque casi nadie lo hace, utilizar agua fría para nuestro aseo no solamente mejora nuestra piel sino que aporta mejora el funcionamiento del interior de nuestro organismo.
Que el agua esté a una temperatura baja mejora el riego de las células ya que activa la circulación sanguínea. Pero no solo eso, actúa también de relajante y constituyente muscular por lo que nos permite aliviar tensiones. Ayuda también a reducir el riesgo de padecer resfriados por muy imposible que parezca ya que fortalece las membranas mucosas como por ejemplo las que existen en la boca o en la nariz. Impulsa nuestro sistema inmune haciéndolo más fuerte con la producción de más cantidad de glóbulos blancos.
Algo muy importante para los hombres, las duchas en agua fría disminuyen la probabilidad de esterilidad ya que los espermatozoides pierden movilidad y fuerza cuanto mayor sea la temperatura.En cuanto a belleza, os interesará saber que el agua demasiado caliente daña nuestra piel y nuestro pelo por lo que debemos tener cuidado y disminuír la temperatura del agua que utilizamos.
Y que si el agua está fría nuestra piel se estira evitando así la aparición de pliegues y arrugas.
Nos ayudan además a estar alerta, activos y despiertos y a depurar nuestro organismo ya que las temperaturas bajas actúan como diuréticos.
Asi que, si quieres mejorar un poquito más tu nivel de salud dúchate en agua fría.
Si no eres capaz de hacerlo bastará intercalar agua fría con caliente o con terminar tus duchas de agua caliente con un minutito de agua fría.
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