SAL, NO ABUSES

La sal es el condimento por excelencia para preparar nuestras comidas. En España, el consumo medio se duplica al recomendado por los expertos, que sería de unos 5 gramos al día como máximo. Por ello, se realizaron una serie de iniciativas para intentar bajar este porcentaje. Una de ellas consistió en disminuir dos gramos de sal en la elaboración del pan. Como resultado, el pan es más sano y la diferencia de sabor no se percibe. 

Sin embargo, esta medida por si sola no es suficiente. Debemos de cambiar este mal hábito alimenticio, inclinándonos lo posible hacia la dieta mediterránea e intentando evitar a toda costa los productos que vienen ya procesados. Además, se pueden utilizar las especias en vez de la sal para darle sabor a las comidas. Llevando esto a cabo, se reduce significativamente el riesgo de padecer problemas cerebrovasculares o gástricos, baja un 16% el riesgo de infartos y disminuyen las posibles isquemias cerebrales.

Por el contrario, si seguimos abusando de la sal, nuestra salud y, en especial, nuestros riñones se verán altamente afectados. Un gramo de sal aporta, aproximadamente, un 40% de sodio a nuestros riñones. Si se produce un exceso de sal, el sodio que los riñones no puede procesar irá al torrente sanguíneo. En la sangre se va a producir entonces una acumulación de agua, aumentando el volumen, lo que implica un aumento de la presión y un mayor esfuerzo por parte del corazón para bombear toda la sangre. Además, al producirse esta acumulación de líquidos, la masa corporal también se ve aumentada. Como consecuencia, se produce un estrechamiento de las arterias que deriva en una hipertensión arterial. 

Para tener una buena salud es, por lo tanto, fundamental reducir el consumo de sal, especialmente en personas hipertensas. Para ello, se deben de evitar alimentos como la carne ahumada (tocino, jamón y embutidos), la bollería, el pan, las salsas, el queso curado y, especialmente, las conservas. Siempre que se pueda se deben de consumir alimentos frescos.

Piénsalo dos veces antes de vaciar el salero.